Una escritura que hurga en la adolescencia y la madurez de una joven catalana de origen marroquí.
Un relato áspero, algo turbador, realista, escatológico, carnal.
El mundo griego clásico, sus luces y sus sombras.
Estos policías son unos sabuesos simpaticones, algo heterodoxos.
Sobre la pequeña Lula Ann cae el peso del racismo de los suyos.
Quitando la capa de esperpento, detrás de Benito Bernal hay mucho de nosotros.
Chicot ha bajado del pedestal a Sócrates y lo ha hecho de piel y huesos.
Tres mujeres, tres culturas, tres religiones, tres medios sociales.
El señor Pinnegar desde la ventana, mirando su jardín, recuerda su ayer.
Leer este libro ha sido como zambullirme en un mar de memoria.
Una decisión sin importancia se hace determinante en la vida de una persona.
Un relato duro que tiene muchos paralelismos con la Navidad.
Rafaelín acude al teatro, tiene que comunicarle que su padre, Teodoro Broto, ha muerto.